Recuerdo del primer mensaje :Algo en Común
Depositó los libros con fuerza sobre la mesa de madera frente a la chimenea. La sala común se hallaba en silencio, sumisa en una profunda tranquilidad, la cual fue interrumpida por el resoplido exasperado que liberó la castaña en ese momento. Harry levantó la vista, y fijó sus ojos verdes en el rostro de su amiga.
-¿Te ocurre algo?
-Romilda y su séquito – Expresó Hermione con notable fastidio. – Me tienen cansada con su acoso.
-¿Te acosan?
-Son una molestia…
-¿Qué te hicieron?
-Si estuviera permitido, te aseguro que…
-¡Hermione! – Exclamó Harry elevando la voz. – Tranquila, sólo ignóralas.
-No es tan fácil, su actitud me…
-¿Qué te hacen?
-Sus conversaciones huecas, sus teorías estúpidas y completamente erróneas, esas preguntas frecuentes y moletas sobre ti…Son insoportables.
-Son Romilda y su clan. Insoportables.
-Definitivamente – Hermione dejó caer su cuerpo sobre el cómodo sillón de tapiz rojizo que reposaba junto a Harry. Tomó entre sus manos, uno de los libros que estaban sobre la mesa. Mientras sus ojos vagaban por el prologo de la obra, recordó de manera instantánea, una de las teorías absurdas que sacó Romilda esa mañana en el baño de las chicas. Sin evitarlo, rió.
-¿Lees un libro de comedia?
-Claro que no – Respondió a la pregunta de su amigo. – Sólo, recordé algo que Romilda dijo hoy en la mañana.
Miró al chico frente a ella, el cual la observaba con una ligera curiosidad.
-Dijo, que tú…y yo…
-¿Tú y yo?
-¿Entiendes?
-Por supuesto. Sólo a Romilda se le pudo haber ocurrido – Harry rodó los ojos, luego rió.
-Claro. Pero no sólo a ella – Hermione se enderezó en su asiento. – Esos rumores me persiguen desde hace tiempo.
-¿Cómo pueden pensar…?
-Que tenemos algo – Finalizó la castaña. – Lo veo tan…
-Imposible – Murmuró Harry, de forma rápida y directa. Hermione lo observó con una ceja arqueada, y el ojiverde captó la forma en la que se expresó anteriormente, casi con miedo. – Lo siento Hermione… - Quiso disculparse. – Eres una chica muy linda, y sé que le agradas a muchos chicos, pero…
-Harry, entiendo – Hermione liberó una sonrisa. – Jamás podría haber algo entre nosotros, además de nuestra amistad.
-Sí.
-Lamentablemente, hay quienes no entienden ese concepto – Suspiró, echando su cuerpo hacia atrás. – A veces me pongo a pensar, ¿qué tiene Harry Potter que me agrada tanto?
-Puedo decirte lo mismo. No tenemos muchas cosas en común.
-Para nada…Bueno, sólo las incontables aventuras casi suicidas que vivimos cada año.
-Vives eso conmigo, porque eres mi amiga.
-¿Por qué lo soy?
-No lo sé…Me caes bien.
-Lo mimos digo, Potter – Sonrieron. – Aunque al inicio, me considerabas una insufrible sabelotodo.
-¡Nunca te dije eso!
-Era lo que pensabas.
-No lo pensaba yo – Harry notó como la mirada de Hermione se posaba en las escaleras del dormitorio de los chicos. – Algo en común – Dijo rápidamente. – Debemos tener algo en común, tú y yo, Granger.
-Eso es lo que pienso – Habló la castaña riendo. - ¿Ambos, estudiosos?
-No lo creo.
-¿Buenos en el Quiditth?
-No te ofendas, Hermione. Pero eres tan buena en el Quiditth como yo en Pociones.
-No me ofendo – Sonrió la castaña.
El silencio se presentó entre ellos en ese momento. El crepitar del fuego de la chimenea resultaba agradable como música de fondo. Hermione se perdió entre las brazas rojizas que liberaban las llamas, mientras que su mano derecha jugueteaba con una pluma distraídamente. Harry la observó.
-Eres muy importante para mí, Hermione – El ojiverde habló con tal sinceridad en su voz, que la castaña quedó perpleja por unos instantes. – Nunca te lo he dicho, pero de verdad…No sé qué haría sin ti.
No supo que en ese momento, Harry exclamaría que necesitaba de ella. Jamás, en ningún momento, había escuchado de la boca del ojiverde lo mucho que la apreciaba. Sonrió emocionada. Sin duda alguna, Harry era su amigo…Su mejor amigo, y así sería siempre.
-¿Sabes algo?, yo no sé qué haría sin ti, Harry.
-Seguro que estarás perfectamente.
-Lo dudo. Necesito de las aventuras casi suicidas que siempre vivimos. Si no, mi vida sería muy aburrida – Rieron animados.
-Sólo espero, que esas aventuras acaben pronto – Confesó Harry.
Nuevamente, silencio. Hermione continuaba con su pluma, y Harry rasgaba de manera inconsciente, un trozo de pergamino viejo.
Se sobresaltaron al escuchar ruidos provenientes de las escaleras del dormitorio de las chicas. El muy eficiente sexto sentido de Hermione, la alertó de quien se trataba. Rápidamente, se acercó a Harry, y sin que éste lo esperara, lo abrazó cálidamente. Un contacto inocente, de amigos…De hermanos.
Pero ciertas personas aún no entendían ese concepto tan simple y maravilloso. Muchos piensan que la amistad Hombre-mujer, es simple pantalla para llegar a algo más…Ignorantes…A esa clase de personas, se les llama ignorantes. Pues la amistad Harry-Hermione; hombre-mujer, era pura, sincera, y verdadera. Casi fraternal, como pensaban ambos en realidad.
Pero esas personas, no lo entenderían… Y al ser así, ¿estaba mal el querer molestarlas un rato con algo completamente irreal, y que puede, los haga pensar que están en lo cierto?
Los pies de Romilda Vane tocaron la alfombra roja y dorada de la sala común de Griffindor. Su rostro adoptó un exagerado tono cobrizo, sus puños se apretaron fuertemente, y sus labios se estiraron de manera exagerada. Abrió la boca para exclamar una que otra frase quizás hiriente, pero nada salió de su garganta. Refunfuñando y maldiciendo, se dio la vuelta, y subió de nuevo las escaleras hasta la alcoba de las chicas.
Hermione sonrió a medias al escuchar a la joven murmurar “Lo sabía”, seguido de una nueva maldición.
-Siempre serás mi amigo – Afirmó separándose de Harry. – Pero no veo mala idea el molestar a Romilda de vez en cuando, mostrándonos ese afecto que sentimos el uno por el otro…Fraternal – Harry sonrió. – Como siempre, lo malinterpretará.
-Puede que me deje en paz.
-Lo dudo, pero puede que me deje de acosar por un tiempo. Al menos hasta que se dé cuenta de que somos hermanos, así de simple.
Un nuevo ruido, esta vez desde las escaleras que daban a la habitación de los chicos, los puso en alerta en ese momento. Voltearon el rostro al mismo tiempo, observando la soñolienta cara de un Ron muy despeinado.
-¿Por qué no se van a dormir? – El pelirrojo bostezó.
-Ya íbamos, Ron.
-Mañana en el desayuno, tocan huevos con tocino – Ronald Weasley sonrió con los ojos más cerrados que abiertos. Dio la vuelta sobre sí, y subió de nuevo hacia la habitación.
Harry rió, prestando su atención de nuevo en la castaña. Ésta, con mirada perdida, y sonrisa atontada…Era tan obvia.
-Deberías disimular más, Hermione.
-¿De qué hablas?
-Tu cara, cada vez que miras a Ron…Es…
-No digas estupideces, Harry.
-No creo que sea una estupidez, más bien, creo que tú…
-Ya es tarde, deberías ir a dormir, mañana tenemos clases y por nada del mundo permitiré que faltes.
-Hermione…
-Buenas noches – La castaña se levantó del sillón, tomó los libros olvidados sobre la mesa de madera, y se encaminó hacia las escaleras del dormitorio de las chicas. Harry aún sonreía burlonamente. - ¿Sabes algo, Harry?, deberías seguir tu propio consejo.
-¿A qué te refieres?
-Tu cara… ¿No has visto la expresión que pones cuando observas a Ginny?, es una imagen para fotografía – Hermione rió animada, perdiéndose escaleras arriba.
Harry se mantuvo en su asiento por un par de minutos más, ceñudo. ¿Acaso él era tan obvio?
Sonrió. En ese momento, había dado con la primera cosa en común que compartía con Hermione.
Ambos, estaban locos por el rojo.
Sin duda alguna, era algo en común con su amiga…Su mejor amiga.
Pero, ¿acaso importaba si poseían cosas en común?
-No creo... - Mumuró Harry abandonando la sala común para ir directo a la habitación de los jóvenes.
No poseían muchas cosas en común (a excepción de la adoración por los cabellos rojizos), pero en realidad, eso no importaba.
Su amistad ya estaba sellada, y así permanecería.
Como amigos...Como hermanos.
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Nota de Mi:
Este one, acaba de salir ahora, en este momento, así que si esta feo, ya saben por qué. Tengo sueño, con ciertas cosas en mi cabeza, pero lo hice ja ja. Como dije, para este momento. Es bobo, y no sé si es lo que Krisy busca, pero dejaré que ustedes lo juzguen y critiquen con toda libertad. No es mi mejor trabajo, pero bueh. Saben que conmigo pueden ser duras, pero no tanto u.u xD.
Las quiero chicas. Acá dejo esto para asegurarme de que no me olviden, la semana que viene desapareceré de nuevo T.T xD.